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UMMO-Ciencias

Sitio dedicado al estudio racional del asunto UMMO

D47-2 Sistema social terrestre - Creación de reflejos

  Muchas veces se han formulado ustedes esta pregunta ¿Cual es la razón de que el hombre sea desgraciado en la TIERRA?

 

Ustedes mismos se contestan, dando multitud de explicaciones simplistas que no convencen demasiado. Ustedes se limitan casi siempre con repetir ese viejo adagio terrestre ¡El hombre es un lobo para el hombre!

 

Pero la tragedia de ustedes no se soluciona pronunciando be­llas frases cargadas de amargas imágenes poéticas, o anunciando con hueca voz una larga lista de problemáticas causas.

 

Necesitan por el contrario ahondar ustedes mismos en el oculto trasfondo de la estructura social, para descubrir las genuinas causas Analizarlas y aplicar luego la terapéutica adecuada.

 

¿Qué hacen ustedes cuando escuchan estos párrafos? ¿Los oyen distraídamente quizá, con curiosidad tal vez. Esperando la frase reveladora que en cuatro cortas palabras les brinde la fórmula mágica capaz de llenar de felicidad sus vidas...? No ni siquiera esa ingenua apetencia tiene cabida en sus mentes.

 

Están ustedes escuchando por simple curiosidad; especulando interiormente sobre la posibilidad de que estas líneas se hayan redactado por los hombres que venimos de otro Planeta, o por el contrario hubieran sido pergeñadas por un ingenioso bromista o un mitómano paranoico

 

Si nosotros apareciésemos en este momento por esa puerta, con gesto enigmático, y realizando un sorprendente prodigio técnico para probar nuestra identidad, ustedes se sentirían fatuamente felices por haber sido testigos del para ustedes fantástico acontecimiento. Se contentarían con haber sentido la intensa emoción de participar en un hecho histórico, y pasados los primeros momentos de estupor, Vencido el inicial respetuoso temor que sin pretenderlo les infundiríamos, seguramente se precipitarían estúpidamente para arrebatarnos unos jirones de ropa o solicitarnos autógrafos.

 

El digno propietario de ese establecimiento permutaría el nombre de “Café León” por “Café del Espacio”, y proliferarían en las calles aledañas los puestecillos de helados y postales coloreadas con la efigie del Señor Sesma Manzano, al que nadie tomaría ya por un simple “excéntrico”. Los periodistas se hartarían de redactar vaciedades sobre nosotros, en periódicos que al final seguirían sirviendo para envolver pescado rezumante...

 

Pero muchos de ustedes seguirían bostezando, al leer nues­tros informes sobre Sociología, sin intentar descifrarlos, y mucho menos llevar a la práctica sus orientaciones. Seguiría perpetuándose el desprecio de las masas hacia la doctrina de Jesús Cristo, y la apatía general hacia todo lo que supone estudio, meditación, análisis y esfuerzo de aplicación.

 

¿QUE BUSCAN SI NO ES ASI, EN NOSOTROS? ¿Ustedes piensan ingenuamente que si realmente existimos, debemos presentarnos ante la opinión pública demostrando la genuinidad de nuestro origen?

 

“De ese modo -siguen ustedes razonando- podrían ante los medios de información de la Tierra, formular estas declaraciones; Todo el mundo se beneficiaría de ellas: La Prensa Radio, Televisión del Orbe Terrestre lanzaría a los cuatro vientos la noticia oficial de su llegada”.

 

 Más: Sugerimos nosotros: ¿No son las ideas, los razonamientos, las que en sí mismas llevan la fuerza de persuasión? ¿Cómo es que ahora las escuchan ustedes sin hacerlas demasiado caso? ¿Es que ten­drían más valor si las enunciásemos nosotros vestidos con un traje fluo­rescente, ante doscientos micrófonos y mil cámaras de Televisión en un parque neoyorkino, enfrentados a cientos de millares de personas?

 

 ¿Nos creen ustedes tan inconscientes como esos futbolistas de la Tierra que acumulan en los músculos de las piernas todo el tejido orgánico que les falta en su masa encefálica, y que se presentan a cada momento ante los millares de sus fanáticos seguidores, entorpeciendo el sosiego de la vida ciudadana?

 

Estamos hablándoles a ustedes, de terrible desorganización en sus estructuras sociales; De esa cruel paradoja mantenida por ustedes que permite a unos pocos millares de individuos solazarse en sus lujosos automóviles, mientras falta combustible líquido para transportar excedentes agrícolas a la India donde mueren millones de hambrientos, y desean que nos presentemos de repente en la Plaza de la Concordia de París, para que afluyan de todo el mundo millares de burgueses desocupados, con el único fin de saciar la curiosidad de ver a unos hombres que han arribado al Planeta, procedentes de un astro lejano...

 

¿Es que verían más lógica una conducta tan insensata?

 

No es temor lo que sentimos. Es pueril pensar que a este nivel social de ustedes, íbamos a sufrir por parte de los terrestres persecución o daño alguno.

 

Son ustedes los que realmente saldrían perjudicados por la ciega conmoción de unas masas histéricas ante el sensacionalismo.

 

Si ustedes piensan que unos hombres procedentes de otros mundos, seamos nosotros o cualesquiera que estén actualmente analizándoles son más inteligentes o poseen un nivel cultural superior sean al menos consecuentes y no juzguen que vayan a presentarse ante la vista de las gentes, con la frivolidad de unos artistas del cinematógrafo!!!

 

¿Hasta qué punto han ido ustedes impregnándose de los tópicos de Ciencia Ficción, que aguardan con primaria y morbosa curiosidad el momento en que aparezcamos ante ustedes?

 

Examínense ustedes! Analícense a sí mismos, y reconozcan humildemente muchos de ustedes que lo que realmente desean no es incre­mentar su cultura con la que nosotros podamos ofrecerles, sino procurar­se emociones fuertes, sentirse diferentes a los demás después de haber tenido ocasión de ponerse en contacto con nosotros.

 

No consideren estas críticas como una reacción de desprecio hacia ustedes. Les decimos todo esto con amargura, conscientes de que al comportarse así, revelan ustedes una estructura cerebral infantil en la que unas tendencias hacia los objetivos primarios y enfermizos, sustituyen a las elevadas motivaciones trascendentes.

 

500. DESORGANIZACION DE LA RED SOCIAL TERRESTRE.

 

Un pensador del Planeta Tierra Juan Jacobo Rousseau postu­laba que el hombre no es malo por naturaleza. Es el medio ambiente, es la sociedad, la que pervierte al individuo. Son los malos hábitos adquiridos por el niño bajo sistemas pedagógicos aberrados los que confieren al ser humano ese sello de maldad que caracteriza su conducta social.

 

Pero ¿Hasta cuando van ustedes a seguir utilizando esos conceptos infantiloides de hombres buenos y malos? Los factores que influyen en la conducta del hombre no pueden formularse con esa simplicidad.

 

Para eludir farragosos razonamientos en un lenguaje excesiva mente técnico, vamos a ponerles a ustedes un ejemplo sencillo:

 

Desde muchas generaciones atrás, un magnifico reloj de oro había sido objeto de la desdichada curiosidad de los elementos juveniles en una familia. Nadie sabía las veces que los muchachos habían hurgado en su interior, desequilibrando el escape de ancora, aflojando sus tornillos, y desajustando sus pequeños piñones. El reloj acabó cayéndose en un estan­que cenagoso.

 

Un día pasó por allí un tal señor Rousseau con sus amigos y al velo rodeado de limo y barro comento tristemente:

 

El reloj es bueno: Es el agua sucia y el fango lo que le impiden funcionar perfectamente. Es el medio lo que le perturba.

 

Uno de sus acompañantes, después de extraerlo y examinarlo superficialmente, argumentó:

 

No: El reloj tiene un defecto de construcción. Es el relojero quien tiene la culpa de su inutilidad...

 

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En un informe anterior les recordábamos que el hombre HEREDA DE SUS PROGENITORES ciertos reflejos nerviosos que constituyen lo que vulgarmente llaman ustedes INSTINTOS.

 

Pero también por vía genética recibe su memoria subconsciente múltiples recuerdos del pasado. Imágenes que solo afloran a veces durante esos sueños enigmáticos para ustedes, o bajo ciertos estados de catalepsia.

 

Pero lo que es más grave: En ese legado que los genes trans­mitidos de generación en generación, han recibido ustedes, se oculta toda una red de conexiones nerviosas o sinapsis condicionales, que constituyen las verdaderas motivaciones de futuros rasgos inexplicables de ciertas conductas.

 

La mentalidad de un psicópata criminal es consecuencia de un cerebro mal programado. Sus repulsivas tendencias que le impelen a vio­lar a una niña de corta edad para luego asesinarla despiadadamente, tiene como “substratum” un código genético mal codificado en el que ciertos ge­nes portan aberradas normas para establecer ciertos reflejos en el futuro cerebro del cuerpo fetal.

 

El hombre de la Tierra se ve sometido pues a terribles presiones en todos los sentidos, como una navecilla de madera carcomida en la turbulencia de la Tempestad.

 

Inspirado por un alma pura, y un cuerpo que desde el punto de vista fisiológico es una maravilla de constitución, se ve desde el primer momento como parte integrante de una gigantesca red social como nudo unido a otros nudos por múltiples arcos o conexiones que funcionan desastro­samente, el hombre intenta infructuosamente establecer contacto con sus semejantes, sintonizar con ellos para hacerse comprender sin conseguirlo más que mediocremente.

 

Es el sistema de comunicación el que falla. Ustedes no han conseguido el medio de comunicación, el lenguaje apropiado, la técnica de información adecuada que permitiendo a los hombres entenderse logre así el máximo rendimiento de la red social.

 

Aparece así la paradójica situación de unos seres humanos, que estando rodeados por miles de millones de semejantes, se sienten te­rriblemente solos, incomprendidos, impelidos a realizar determinados actos de defensa contra los demás hombres, que trastornan aun más la Red.

 

Y si al menos su corteza cerebral estuviese bien programada, si sus conexiones nerviosas no estuviesen viciadas desde el momento de la fecundación por motivaciones heredadas que a su vez fueron producto de esa misma desorganización de la red social que vivieron sus antepasados...

 

Qué le contestarían ustedes a un pobre desgraciado que prisionero en una húmeda mazmorra; sujetas sus extremidades y su cuello por férreas argollas y teniendo como único compañero de celda el eco de su voz reflejándose en las desnudas paredes, les preguntase ingenuamente; cual es la fórmula para ser feliz?

 

Se equivocan ustedes totalmente si piensan que existe una fór­mula mágica, un dispositivo ingenioso, que consiga solucionar en unos instantes la desorganización de la Red Social del Planeta Tierra y la morfología alterada de los cerebros humanos.

 

Existen si unos procedimientos terapéuticos que aplicados a escala macrosocial y con disciplina por ustedes; sometiéndose todo el Pueblo de la Tierra a la dirección de nuestros especialistas, conseguiría acelerar la evolución de todo el orbe por unos derroteros racionales.

 

Pero el proceso sería lento y tendrían que transcurrir unos doscientos cincuenta a trescientos años Terrestres antes de apreciarse unos resultados sensibles.

 

Pero ello supondría someterse a una especie de Dictadura pa­ternalista, regida por unos tecnócratas procedentes de otro Planeta, que les tratarían a ustedes como niños.

 

Más poseen ustedes demasiado orgullo vanidoso para aceptar en bloque ese largo periodo de reeducación. Y nosotros consideramos inmoral obligarles por la fuerza a someterse. No cabe el argumento ingenuo de ciertos moralistas terrestres que postulan es obligatorio para todo hombre impedir el suicidio de sus semejantes, porque nosotros, aunque asistimos horrorizados al espectáculo de una sociedad que sin estar ma­dura espiritualmente juega con terribles armas destructoras, no tenemos certeza absoluta de que el final del Planeta Tierra haya de ser necesariamente una hecatombe nuclear.

 

 Si a escala Social no podemos brindarles soluciones para su remisión, esperamos en próximos informes sugerirles ciertas normas que les ayuden individualmente.

 

Padecen pues ustedes de una grave deficiencia. La falta grave de un severo espíritu crítico, y lo que es más desconsolador: la falta de PACIENCIA.

 

Esta IMPACIENCIA Es característica de todas las personas con escaso nivel mental. Si ustedes observan el proceso de la Cultura en su Planeta, comprobarán que solo ha sido posible mediante la paciente la­bor de investigación en todos los campos de la Civilización.

 

Es preciso TIEMPO para asimilar conceptos, comprenderlos y madurarlos. Solo los retrasados mentales pueden creer que existe un método para fortalecer al hombre espiritualmente, que pueda registrarse en una veintena de páginas mecanografiadas, y asimilarlo en dos horas escasas.

 

Aquellos que no tengan suficiente paciencia para el estudio, la meditación, y el análisis, que se consideren TOTALMENTE DESAHUCIA­DOS. Pierden el tiempo escuchando nuestros informes, perderán el tiempo leyendo otros tratados escritos por especialistas de la Tierra, pues su mal radica en una insuficiencia cerebral que solo podría ser tratada por medio de técnicas neuroquirúrgicas desconocidas por ustedes. Ningún psiquiatra Terrestre será capaz de curar ciertas formas de debilidad mental, u oligofrenia en su grado menos agudo.

 

Les indicábamos unos párrafos más atrás, que sus métodos didácticos presentan un grave fallo. Puesto que el hombre sometido a tales normas educativas sigue siendo un fracasado, pueden ustedes preguntarse ¿Es que los principios en que se basan tales normas pedagógicas son falsos?

 

Nuestra respuesta contundente es: NO: En absoluto: Pueden ser insuficientes y algo viciados, pero los últimos Pedagogos y especialistas terrestres han dado en “diana”.

 

Pero a todos ustedes se les ha escapado del campo de su consciencia un pequeño detalles que es decisivo para que un plan educa­cional resulte eficiente y fructífero: Lo explicaremos con un ejemplo.

 

Empleemos como símil un receptor de Radio terrestre, o para los que no entiendan de electrónica pondremos también como ejemplo un turismo automóvil.

 

Un receptor de Radio es en síntesis un CIRCUITO o RED ELECTRICA. Sus componentes básicos, son por ejemplo Inductancias o bobinados Válvulas electrónicas llamadas vulgarmente lámparas, conden­sadores resistencias, transformadores de alta y baja frecuencia, conmutadores potenciómetros y un altavoz. Todos estos accesorios están per­fectamente ligados entre sí por medio de hilos o conductores formando una Red no formada al azar sino estudiada cuidadosamente para que las débi­les señales que se captan por la antena, procedentes de una lejana emisora sean AMPLIFICADAS de modo que al final de la Red, el altavoz nos brinde la armoniosa melodía emitida en ese momento. No cabe duda que el simple receptor de galena de los años veinte era mucho menos perfecto que el moderno superheterodino actual para Frecuencia modulada. Y que los receptores a toda banda que ustedes han empleado en el Proyecto OZNA para captar mensajes extraterrestres, dejan mucho que desear frente a nuestros sensitivos receptores con que en UMMO hemos captado señales extra galácticas.

 

Más les llamamos la atención sobre un hecho peculiar COMÚN PARA TODOS ESTOS APARATOS. Todos ellos: más o menos simples, más o menos perfeccionados: FUNCIONAN. Poseerán un grado mayor o menor de selectividad o alcance, serán capaces de anular más o menos el ruido de fondo. PERO: FUNCIONAN.

 

Hagan ustedes ahora una simple experiencia: Cojan unos alicates saquen el chasis de su aparato de Radio o Televisión, y CORTEN UN SOLO HILO CONDUCTOR. UNO SOLO!!! El receptor dejará de Funcionar. FIJENSE EN LA IMPORTANCIA QUE REVISTE UN SOLO Y HUMILDE ELEMENTO DE LA RED!!! Basta su destrucción para que TODA LA RED SEA INOPERANTE. No es que funcionará peor, más deficientemente, NO: Es que no FUNCIONARA. Porque una Red es algo indivisible en la que el fallo de un solo componente supone la destrucción del TODO.

 

Podrían ustedes mismos multiplicar los ejemplos: Basta la obs­trucción del surtidor del carburador de su automóvil o la fusión del anillo antifricción de una biela, para que la compleja máquina deje de funcionar aunque el resto de los accesorios estén sin estrenar, un bombardeo en un Nudo de comunicaciones estratégico puede desarticular la potencialidad defensiva de un País...

 

Pues bien: El grave fallo de sus sistemas educacionales no es­triba en que sean más o menos perfectos. Cualquiera de ellos podría resultar fructífero, como fructífero era el rendimiento del rústico aparato detector de galena, si SE HUBIERA CUIDADO QUE CADA UNO DE SUS ELE­MENTOS CONSTITUTIVOS NO FALLASE. Puesto que en el fondo TODOS LOS SISTEMAS DIDÁCTICOS tienen como objetivo la creación y corrección de REFLEJOS CONDICIONADOS, LA GÉNESIS DE UNA RED DE REFLEJOS.

 

Bastará que uno de esos reflejos CLAVE falle para que toda la Red se vaya abajo.

 

Deseamos adelantarles un ejemplo real (NO UN SIMIL) para que lo comprendan mejor, para que ustedes se percaten de la importancia que ha de otorgársele al estudio de la base fisiológica, es decir el estudio del funcionamiento de los mecanismos REFLEJOS.

 

Un estudiante decide imponerse a si mismo, un plan disciplinario de Estudio. Todos los días a las ocho de la mañana ha de levantarse y antes de desayunar se obliga a estudiar diez páginas de su texto de Cristalografía.

 

Hasta aquí el Plan es correcto. Simplista si ustedes quieren. Sencillo como la Radio de Galena de nuestro ejemplo. Lo que va a conse­guir; sin él percatarse (como aquel que hablaba en prosa sin saberlo) es educar una serie de elementales reflejos condicionados.

 

Durante muchos días cumple lo pactado. Pero una mañana de­cide NO LEVANTARSE.

 

Y para ello se hace este razonamiento.

 

“Aún me quedan seis meses de estudio, Lo “importante es el conjunto de días que voy a estarme estudiando'. Un sólo día de fallo NO CUENTA NADA FRENTE AL CONJUNTO”.

 

Si ustedes piensan un poco con arreglo a la lógica Terrestre que les han inculcado a ustedes, pensarán también como él.

 

El muchacho lleva razón. Un día de asueto no supone gran extorsión para el conjunto EL TODO ES más IMPORTANTE QUE LA PARTE.

 

HE AHI EL GRAN ERROR!!! Ese principio aceptado por ustedes de que el todo es más importante que la parte es PELIGROSA­MENTE FALSO.

 

Ese muchacho, sin darse cuenta, después de levantarse to­dos los días fielmente había logrado FORMAR UN REFLEJO CONDICIO­NADO ÚTIL. Pero si hubiese estudiado el mecanismo de tales reflejos se hubiera encontrado con que un solo FALLO puede deshacer totalmente el REFLEJO tan PACIENTEMENTE FORMADO. Dicho de otro modo:

 

CUANDO EN EL PERIODO DE FORMACIÓN DE UN REFLE­JO CONDICIONADO, SE INTERRUMPE BRUSCAMENTE EL PROCESO, HAY QUE REHACERLO TOTALMENTE, RESULTANDO ESTERIL EL ESFUERZO REALIZADO HASTA ENTONCES.

 

Es decir. Hubiera sido mucho menos nocivo que nuestro estudiante del ejemplo hubiese pasado una semana al fin del Curso sin estu­diar, que haber fallado los primeros días una sola hora.

 

Una insignificante parte del Proceso, una sola hora, un humilde hilo de la Red es MUCHO más IMPORTANTE de lo que ustedes hubieran podido imaginar.

 

¿Cómo es que los Hombres de la Tierra que han aceptado este principio de validez de la Parte frente al Todo, cuando trabajan en Electrónica, en Astronáutica, donde hasta los más pequeños detalles pueden hacer fallar el lanzamiento de un misil, en la Industria, donde el menor fallo en la cadena de producción, paraliza toda la Fábrica, NO SE HAN DADO CUENTA QUE ESE PRINCIPIO ES VÁLIDO TAMBIÉN EN LA EDUCACIÓN; Hasta el Punto de que los Padres valoran solo la Educación Global , sin percatarse de la Terrible importancia que puede suponer ciertos fallos durante determinados periodos críticos...?

 

Mediten ustedes esto. Medítenlo pues en este falso planteamiento radica un elevadísimo porcentaje de los fallos de la estructura de la Red Social Terrestre. No consiste por supuesto que están ustedes pendientes de TODOS LOS PEQUEÑOS DETALLES. Eso sería agotadoramente imposible. Sino que calibren algunos de esos detalles otorgándo­les una GRAN IMPORTANCIA. 

 

Continuaremos nuestro ciclo a partir de los primeros días de Septiembre. Buenos amigos de La Tierra: Hasta entonces Os recomendamos Paz y Sosiego, Estudio y Meditación. Buenos amigos de la Tierra: Hasta Siempre!!!

 

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